Poesía sobre una superficie plana.

Rosa Juanco nos invita a contemplar por primera vez, en esta sala inigualable que recientemente ha celebrado sus 130 años de existencia, su ultima selección de obras.

La mayoría con una utilización desprejuiciada de la fotografía, creando ambientes con hábiles manipulaciones. Mayoritarias unas parciales otras, y pequeños matices de color pero con intención global.

Consigue con la puesta en escena sobre las obras, apropiarse de ellas con una actitud sensitiva para otorgarles un diverso presente. Utiliza más que una técnica mixta un modo de expresar, que sigue todavía más allá con la distribución de las piezas en la sala, disponiendo algunas de ellas en pequeños grupos para generar un eco del mismo discurso, y establece así una relación  con la imagen para comunicar sensaciones cuya lectura es confiada al espectador.

Son obras sin boceto posible que conforman un dialogo de texturas sutiles y sucesivas pinceladas, quizás no siempre controlables, que avanza hasta donde la autora percibe, que los elementos retratados que le sirven de base, asumen su otra realidad.

Simultáneamente nos encontramos con paisajes naturales fuera del tiempo,   óleos de mayor formato, con un lenguaje similar a su anterior Mar del Norte, aquí entre dunas y girasoles,  en los que mediante una hábil utilización del color, elegido sin sentirse obligada con un criterio de verosimilitud, establece una comunicación con las otras obras expuestas  a través de esta peculiar atmósfera.

Como si entraran en un campo magnético, Rosa Juanco atrae y retiene este particular universo de andamios, iglesias, depósitos industriales y faros, todos esos ambientes que retrata para impregnarles de su magnetismo. O para aplicar, tal como nos expresa en  el título de la exposición: Poesía sobre una superficie plana”.

Lluis Guardans i Cambó
(Extracto del catálogo de la exposición)